Las Crónicas del Taco 2 llega a Netflix con nuevos platillos icónicos y personalidades como Rubén Orozco, un taquero campeón en artes marciales
La espada es una extensión del cuerpo que se expresa en unión con la mente y el espíritu, esa es la filosofía del arte marcial Haidong Gumdo y es el mismo principio con el que Rubén Orozco esgrime el machete para preparar tacos de suadero.
Su padre era carnicero y él aprendió desde niño a utilizar los cuchillos; hoy, rebana con oficio la carne en su taquería y, durante sus tiempos libres, corta palos de bambú con un sable en competencias nacionales e internacionales.
Tacos Ruben’s es un pequeño puesto de lámina que atrae largas filas de clientes en la colonia Escandón, un barrio en Ciudad de México que aún se resiste a ser absorbido por la gentrificación en su entorno.
El negocio es pequeño, pero muy querido y pronto será célebre: es una de las estrellas de la segunda temporada de Las Crónicas del Taco, uno de los shows de Netflix más populares en México.
“Hago cada taco como si me lo fuera a comer yo, hago taco por taco, nunca hago dos al mismo tiempo, siempre hago uno a la vez”, cuenta Rubén en entrevista con PlayGround.
Maestro y discípulo
En Tacos Ruben’s, Orozco recibe ayuda de sus hijos y su esposa, pero él es el maestro y se encarga de cada parte del proceso, desde elegir la carne hasta cocinarla y servirla a su clientela. Pero en el Haidong Gumdo, él comenzó como discípulo de su hija y su hijo.
“Yo creo que el ser taquero me llevó a ser bueno en artes marciales, el dominio del cuchillo me ha llevado a ser un buen practicante de este arte marcial coreano”.
Días antes del estreno de Crónicas del Taco 2, platicamos con el productor del programa, Pablo Cruz, quien habló entusiasmado sobre Rubén, Tacos Ruben’s y la búsqueda de perfección.
“Si tú haces marciales, sabes que todo está basado en la repetición y cada repetición hay que hacerla mejor. En la repetición se encuentra la perfección y creo que ahí está el secreto de estos tacos que son únicos”, nos dijo.
El Haidong Gumdo, reflexiona el maestro taquero, es una combinación de mente, cuerpo y alma que te da control emocional y tranquilidad, te permite tomar mejores decisiones.
Cuando se le pregunta a Rubén si hay espiritualidad al preparar tacos, responde convencido:
“Claro, por supuesto que sí, tu manera de hacer los tacos se refleja en el sabor que le das. Si yo no lo hago con gusto, con esa pasión, yo siento que no les gustarían los tacos”.
Unas Crónicas del Taco más picantes
Durante su primera temporada, el show abordó platillos icónicos regionales como el pastor de la Ciudad de México o las carnitas de Michoacán, pero las Crónicas del Taco 2 explora identidades taqueras que desafían fronteras.
La gente de Jalisco vivirá un momento difícil al ver que su birria —motivo de orgullo local— quizá no es la mejor del país.
Y los más puristas seguramente girarán los ojos cuando descubran la dimensión mítica que tiene un platillo ninguneado en México: el crunchy taco gringo.
“Es un taco de verdad, es un taco viajero, un taco que tuvo que adaptarse a ser inmigrante, que le da de comer al otro México. Después, la gente de Estados Unidos, el americano de calle lo adoptó como una comida más de su fast food nation. Y es válido”, dice el productor Pablo Cruz.
En Las Crónicas del Taco 2, agrega Pablo, “queríamos irnos un poco más rebeldes, o sea, explorar tacos que no nos atrevíamos a tocar, el taco americano, el burrito…”.
¿El futuro del taco es verde?
Una pandemia cambia por completo el mundo como lo conocemos y nos obliga a cuestionarnos. Y si la enfermedad es zoonótica, como se presume que es el Covid-19, es lógico preguntarnos sobre la industria de la carne y nuestro consumo.
Actualmente, los tacos más célebres son esencialmente carnívoros, ¿pero podría existir un futuro en el que los vegetales sean el ingrediente central de los tacos?
“Sin lugar a dudas, el taco al final es algo universal y que puede abrazar un trozo de puerco como puede abrazar un trozo de coliflor”, responde Pablo, “el mundo ha ido evolucionando y vamos a seguir cambiando y nos daremos cuenta de todo lo que hacemos”.
Los tacos sin carne ya existen, por supuesto, lo mismo unos famosos tacos de berenjena con piñones en Los Ángeles que otros de acelga en la Condesa de la capital mexicana.
“El taco más sencillo, cuando vas a la tortillería y pides uno con sal, no hay nada en el mundo que lo pueda imitar”.
Nuestros hábitos de consumo y nuestras mentes son difíciles de cambiar, pero algo está claro: para el taco no existen imposibles.