La potencia en las obras del kazajo Karipbek Kuyukov nace del deseo de inspirar para afrontar adversidades y crear conciencia contra el armamento nuclear
Karipbek nació en 1968 en la por entonces Unión Soviética, hoy parte de Kazajistán. Sus padres eran pastores nómades y disfrutaban observando los hongos de las explosiones de las pruebas nucleares soviéticas que ocurrían habitualmente a tan solo 100 km de su hogar.
Debido a la exposición constante a la radiación por parte de sus padres, Karipbek nació sin brazos. Hoy usa su boca y sus pies para retratar el horror y el peligro que supone el armamento nuclear.
La historia de Karipbek no es única; cáncer, abortos espontáneos, muertes prematuras, mutaciones y alteraciones genéticas como las que sufrió él son muy comunes en las zonas aledañas al campo de pruebas nucleares secreto de la URSS conocido como Semipalátinsk o “el Polígono”.
Entre 1949 y 1989, se estima que se detonaron casi 500 bombas nucleares. Y hubieran sido más, pero hacia finales de los 80 comenzó a tomar fuerza el Movimiento Antinuclear Nevada-Semipalátinsk, que exigía la interrupción de actividad nuclear en la zona. Finalmente el 29 de agosto de 1991 la planta se cerró definitivamente gracias al trabajo incansable del movimiento al cual Karipbek perteneció y de quien fue uno de los activistas más reconocidos.
Contra la amenaza nuclear
Kasajistán presentó ante la ONU un proyecto para declarar el 29 de agosto como el Día Internacional contra las Pruebas Nucleares, que fue aprobado por unanimidad el 2 de diciembre de 2009.
El año siguiente, se conmemoró por primera vez esta fecha, lo que condujo a decenas de conferencias, exposiciones, clases, muestras artísticas y otras demostraciones con el fin de concientizar sobre los peligros de las pruebas nucleares.
Karipbek es hoy embajador del movimiento “The Atom Project”, cuyo objetivo es poner en vigencia el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE).
Además, continúa con su trabajo artístico, que resulta sanador para personas en situaciones similares, y nos recuerda a todos la importancia de impulsar una desescalada armamentística para evitar que las pruebas nucleares sigan dañando el medioambiente y condenando a personas como él a una vida marcada por la negligencia, imprudencia y la industria bélica.
Puedes firmar el proyecto de The Atom Project aquí.