El home office es muy lindo y todo… hasta que el límite entre el horario laboral y la vida privada se vuelve difuso
La pandemia de Covid-19 ha generado grandes consecuencias en el ámbito laboral, entre ellas, la instalación del teletrabajo o home office. Por ejemplo: casi 4 de cada 10 empleados en la Unión Europea (UE) comenzaron a trabajar en casa desde que empezó la crisis sanitaria, según Eurofound.
Sin embargo, esto tiene una consecuencia: el límite entre trabajo y vida privada se vuelve muy difuso. Así lo señala un informe de la comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo. Según subraya el informe, el uso cada vez más amplio de herramientas digitales con fines laborales ha dado lugar a una cultura de estar “siempre conectado” y “siempre en línea”.
El motivo por el cual se realizó este informe es lograr regular el «derecho a la desconexión«. Esto significa garantizar el respeto de la jornada máxima y el descanso de la persona que trabaja. También exige la prohibición al empleador de interrumpir el descanso exigiendo tareas o enviando comunicaciones fuera de la jornada laboral.
La situación del teletrabajo en Europa durante la pandemia
Más de un tercio de las personas empleadas actualmente en la UE —concretamente, 37 %— empezaron con el home office por la pandemia. Según un informe publicado en septiembre por la agencia europea Eurofund, los países nórdicos (encabezados por Finlandia) y el Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) fueron aquellos en los que más personas comenzaron a trabajar desde casa.
España, por ejemplo, es el sexto país por la cola en cuanto a la incorporación al teletrabajo. Detrás de este país siguen: Rumania, Grecia, Croacia, Hungría y Bulgaria.
Desde la UE esperan que se regulen y ordenen los tiempos de trabajo. El organismo internacional contempla que la duración máxima semanal debe ser de 48 horas, incluidas las extraordinarias. Además se incluye un período mínimo de descanso diario de 11 horas de forma ininterrumpida por cada día completo.
La UE busca ponerle fin al «síndrome del trabajador quemado». Este síndrome genera aislamiento, tecnoadicción, privación de sueño, agotamiento emocional o ansiedad. Estas son algunas de las consecuencias que puede traer consigo un uso excesivo de dispositivos tecnológicos usados para trabajar.
"Tenemos que trabajar". Sin seguro médico ni posibilidades de hacer home office, los repartidores tienen una perspectiva distinta sobre la crisis sanitaria pic.twitter.com/G5wMtiX8G4
— PlayGround (@PlayGrounder) March 20, 2020
Un problema de salud pública
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 300 millones de personas en el mundo padecen depresión, una enfermedad que puede “alterar las actividades laborales, escolares y familiares”. El origen de ese problema, según la institución, son las extensas y difusas jornadas de teletrabajo en pandemia.
Además, los problemas que genera en la salud el home office también tiene que ver con la desigualdad. No todas las personas tienen herramientas de trabajo adecuadas, como sillas y escritorios ergonómicos. Un estudio realizado en Argentina por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) sostiene que entre el 27% y 29% de los trabajos tienen “el potencial para realizarse desde el hogar”.
Sin embargo, esa cifra no contempla el problema de que “en los hogares se requiere una infraestructura que incluya como mínimo una conexión segura a internet y un dispositivo digital con la potencia adecuada para llevar a cabo el teletrabajo”. ¿Qué acciones tomarán los estados y las empresas para regular el teletrabajo mientras dure la pandemia?
¿Qué pasara con el mercado laboral después del Covid-19?
Con la pandemia, las paredes de las oficinas se han derrumbado, literal y simbólicamente, delineando un concepto de oficina flexible. En un informe publicado por la Fundación Telefónica, se aclara que cuando esto pase la oficina flexible le pondrá fin a «los horarios fijos, las tareas estancas y las jerarquías fijas para dar paso a flexibilidad horaria, profesional y organizativa».
En otro informe del banco BBVA, se señala que se profundizará crowdsourcing. Es una tendencia que utiliza la tecnología para asignar tareas a trabajadores que se encuentran en cualquier lugar del mundo. Ya no importa estar en la misma ciudad que una empresa para trabajar en ella.
Finalmente, los años que vienen son los años de la tecnología en el mercado del trabajo. La tercera edición del estudio anual de LinkedIN sobre las profesiones emergentes deja constancia del atractivo de los perfiles tecnológicos en el mercado laboral. Los especialistas en IA y ciberseguridad, programadores y desarrolladores de Python, expertos en ciencia de datos y metodologías ágiles son algunos de los profesionales más demandados en este momento.
También te puede interesar:
Portada: Unsplash.