La pandemia afectó la economía de todos… menos la de los narcotraficantes
Los confinamientos y la movilidad restringida por la pandemia de Covid-19 no frenaron a los cárteles mexicanos dedicados al narco. Estas organizaciones inventaron nuevas modalidades para continuar con el tráfico: drones, pagos con criptomonedas, túneles subterráneos y rutas marítimas no controladas.
Una investigación que realizó el New York Times revela que los cárteles mexicanos realizaron todas estas maniobras para poder introducir drogas en Estados Unidos. También para conseguir los elementos que necesitan para producir drogas sintéticas en laboratorios clandestinos.
Todo esto surgió luego de que las medidas de los gobiernos para contener el nuevo coronavirus limitaron sus operaciones. Principalmente se interrumpió el suministro de productos químicos (como el fentanilo y la metanfetamina) y, además, se cancelaron las rutas de tráfico a través de las fronteras internacionales.
Las nuevas prácticas de los carteles mexicanos
El Times descubrió que la forma en la que se ingresa drogas a Estados Unidos se modificó en los últimos meses. Antes, muchas sustancias se ingresaban disfrazando «viajes turísticos», pero desde que Donald Trump prohibió los viajes no esenciales, esto se vio muy limitado.
“Desde hace tiempo, los cárteles han demostrado su capacidad de recuperación”, dijo Scott Brown, jefe de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional en Arizona al Times. “Van a seguir encontrando nuevas e innovadoras maneras de tratar de mover su producto”, agregó..
Los funcionarios estadounidenses también notaron un aumento en el reclutamiento de estadounidenses de bajos recursos o adictos a las drogas para contrabandear narcóticos en nombre de los cárteles. Según el Times esto permitió que el Cártel de Sinaloa y los otros grandes grupos del narcotráfico de la región se recuperen con rapidez después de los primeros meses de pandemia.
¿Apoyas el uso de la marihuana como medicina? ¿Crees que se la estigmatiza erróneamente? Naciones Unidas acaba de reconocer sus beneficios curativos y la retiró de una lista de drogas más peligrosas y de alta dependencia donde también aparecen la cocaína o la heroína pic.twitter.com/BvBrQLke2E
— PlayGround (@PlayGrounder) December 3, 2020
Además, la investigación reveló que ahora se usan mucho más las rutas marítimas. Para ingresar drogas, los cárteles usan más barcos semisumergibles y lanchas rápidas, que son embarcaciones pequeñas pero de alta potencia.
Los grupos de traficantes también empezaron a ocultar cada vez más drogas entre las mercancías legales empaquetadas. Luego, esos productos se colocan en contenedores de transporte y transportadas en buques de carga. Esto sucedió sobre todo en las rutas que conectan América del Sur con México y América Latina con Europa.
Finalmente, las organizaciones de narcotraficantes han usado más los túneles ubicados a lo largo de la frontera suroeste de Estados Unidos para contrabandear sus productos desde México. Algunas veces han reactivado los túneles que estaban en desuso, según detallaron desde la DEA y asociados del Cártel de Sinaloa.
La violencia en México no para
El accionar de los cárteles genera muchos episodios de violencia en México. Amnistía Internacional publicó un informe en el que analizó la situación de los derechos humanos en ese país y su relación con el narcotráfico.
Según la institución «no se observan cambios sustanciales» en la sociedad mexicana, que enfrenta «una gravísima crisis en materia de derechos humanos que se ha prolongado por más de una década». Además indica que por el narco «hay altísimos niveles de violencia, que atentan contra el derecho a la vida, la tortura, aún generalizada, los alarmantes índices de violencia contra las mujeres y una estrategia de seguridad militarizada más viva que nunca son una muestra de la trágica realidad en México».
Además, durante los últimos años, México ha sido el país más peligroso del hemisferio occidental para la prensa. En este país, la profesión funciona en medio de una compleja red de bandas criminales, el narcotráfico y la arraigada corrupción oficial.
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el poder en diciembre de 2018, se comprometió a tomar medidas concretas para poner fin a la violencia contra la prensa y a la inmunidad por el asesinato de periodistas. Sin embargo, hasta ahora no ha habido medidas claras y los asesinatos siguen ocurriendo.
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