Los microplásticos hallados en el Everest podrían haberse desprendido de las prendas de ropa y accesorios que suben los alpinistas a la cima
La basura plástica que circula por todo el mundo llegó al punto más alto del planeta: el monte Everest. Un grupo de científicos encontraron microplásticos en la cima de la montaña, a más de 8 mil 400 metros de altitud —cerca de la cima.
Un equipo científico de la unidad internacional de basura marina de la Universidad de Plymouth hizo el descubrimiento. Actualmente, está elaborado un estudio sobre la basura plástica presente en montañas del mundo en colaboración con investigadores del Reino Unido, Estados Unidos y Nepal.
Imogen Napper, doctora en ciencias marinas e investigadora en la Universidad de Plymouth, explicó el motivo por el cual esta basura plástica llegó al Everest. “Aunque a menudo está ligada al océano, la contaminación plástica es omnipresente en nuestro medio ambiente, por eso podemos encontrarla en lugares tan elevados”, señaló a la revista National Geographic.
La expedición recogió ocho muestras de 900 mililitros de agua de un arroyo y 11 muestras de 300 mililitros de nieve de diferentes lugares de la montaña. Entre los lugares explorados está la región conocida como «El Balcón», situada a 8 mil 400 metros sobre el nivel del mar.
¿Qué encontraron en la cima del Everest?
Las muestras recogidas en la montaña y en el valle revelaron cantidades sustanciales de fibras de poliéster, acrílico, nailon y polipropileno. Estos materiales se usan en la fabricación de algunas prendas de ropa deportiva. Según las declaraciones que publicaron en National Geographic, los investigadores consideran que la basura podría proceder de artículos de expedicionarios que escalan hasta la cumbre.
Encontraron microplásticos en todas las muestras de nieve y en tres de las de agua. Según el estudio, las concentraciones más elevadas se hallaron en los campamentos base. Ese es el lugar desde donde parten las expediciones hacia la cima del Everest.
Richard Thompson, jefe de la unidad internacional de investigación de basura marina de la Universidad de Plymouth, explicó que este descubrimiento evidencia que se deben pensar nuevas formas plásticas que no sean tan nocivas. «Este estudio y nuestra investigación sólo enfatiza la importancia de diseñar materiales que tengan los beneficios de los plásticos sin el legado duradero y dañino que profieren a nuestros ecosistemas», señaló el especialista.
Basura plástica que crece culpa de la pandemia
Los daños ambientales que va a dejar la pandemia se hacen presentes. La organización Snorkeling For Trash encontró basura de esta crisis sanitaria en el Caribe mexicano: cubrebocas flotando en el océano en las playas de Cancún.
Además, en el mar del Caribe aparecieron copas de plástico con el logotipo de los hoteles, vasos desechables, latas de cerveza, botellas de vidrio y de refresco, envolturas de comida chatarra, ropa interior y toallas sanitarias. El equipo también encontró estos desechos sanitarios y también llantas, recipientes de pruebas de sangre y hasta billetes.
En promedio, se encontraron dos piezas por cada kilómetro cuadrado flotando en superficie. Además, 3 mil 500 piezas por kilómetro cuadrado en el fondo del mar. Los mayores volúmenes de basura se encontraron en zonas de turismo masivo, como es el caso de Cancún.
El equipo de investigación sólo pudo identificar el origen del 3.5 % de las piezas. Se determinó que estos residuos provienen o son de marcas de 12 países diferentes, la mayoría de Estados Unidos y México.
También te puede interesar:
Portada EFE.