Harvey Weinstein alguna vez fue el productor más poderoso de Hollywood, pero después de ser denunciado en #MeToo, su empresa quebró y debe pagar indemnizaciones millonarias a víctimas de abuso sexual
Una jueza estadounidense aprobó la bancarrota de The Weinstein Company. Esta es la empresa del productor Harvey Weinstein, condenado por abusos sexuales. Así, la justicia definió un plan financiero que compensará con unos 17 millones de dólares a mujeres que lo llevaron a juicio gracias al #MeToo.
La resolución se produjo este lunes en un tribunal de Delaware. En julio pasado, un juez federal de Nueva York rechazó un acuerdo presentado por la fiscalía que pedía una compensación de 19 millones para las víctimas de quien una vez fue el productor más poderoso de Hollywood.
El plan aprobado ahora por la jueza Mary Walrath proveerá unos 35 millones de dólares a los acreedores. De ese total, 17 irán destinados a crear un «fondo para denuncias de conducta sexual inapropiada». Luego, 8.4 millones para denuncias de carácter no sexual y 9.7 millones para reembolsar costes legales de empleados, entre los que está vetado Weinstein.
El revés judicial y económico de Harvey Weinstein
Según el fallo de esta jueza, las denunciantes recibirán el 100% del valor estipulado de su compensación. El monto se calculará atribuyendo puntos según el tipo de acto cometido y otros factores, si acuerdan finalizar su litigio con Harvey Weinstein. Por otro lado, si no quieren liberarlo de acciones legales, recibirán el 25%, algo con lo que algunas víctimas no se han mostrado conformes.
«El 83 % de las víctimas han expresado muy alto que quieren cerrar el asunto aceptando este plan», dijo la jueza en declaraciones publicadas por el medio The Hollywood Reporter. Ese porcentaje se consiguió luego de una votación realizada por casi medio centenar de mujeres denunciantes a principios de este mes sobre las condiciones del plan de bancarrota.
The Weinstein Company, radicada en Nueva York, entró un proceso de bancarrota en marzo de 2018. Por eso vendió después la mayor parte de sus activos a la firma de capital privado Lantern Capital Partners por casi 300 millones de dólares. Sin embargo, para culminar con su proceso de quiebra deberá dar lugar a estas exigencias
La fuerza del #MeToo
Gracias al #MeToo, el productor fue condenado a 23 años de prisión en marzo del año pasado en Nueva York por violación y agresión sexual a dos mujeres. Luego, en Los Ángeles ha sido acusado de varios delitos sexuales a cinco mujeres, por los que podría ser condenado a otros 140 años si es considerado culpable.
Hace tres años, en octubre de 2017, nació el #MeToo en redes sociales para desenmascarar las agresiones a mujeres por parte de Harvey Weinstein. Cometió abusos contra decenas de actrices; a Gwyneth Paltrow le sugirió que le diera «un masaje»; a Angelina Jolie se le acercó «de manera indeseada». Recientemente, Keira Knightley contó que «todo el mundo sabía que Weinstein podía ser muy agresivo y llamarte en mitad de la noche o gritarte en público».
La indignación del primer #MeToo se propagó por el mundo y desde entonces decenas de miles de mujeres de diversas industrias se atrevieron a hablar sobre los abusos que llevaban callando tanto tiempo.
En América Latina—una región asediada por la violencia de género y más de 60 mil feminicidios al año—, el #MeToo también hizo eco. En estos tres años han proliferado historias contra políticos, actores, productores, escritores o directores de cine; hombres en situaciones de poder acusados de haber cometido abusos contra mujeres.
Además, el movimiento #MeToo tuvo hace poco dos nuevas mutaciones. Por un lado, en Francia se denunciaron cientos de casos de abuso sexual intrafamiliar bajo el hashtag #MeTooInceste. Por otro lado, pocos días después y en el mismo país, miles de chicos gays salieron a denunciar como otros varones habían abusado de ellos, incluso siendo menores de edad, con el hashtag #MeTooGay.
Imagen de portada: Reuters
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