Dieciséis peruanas denunciaron abusos sexuales de un director de teatro, pero la justicia decidió no investigar porque las mujeres no presentan una «afectación emocional compatible»
Dieciséis mujeres, sin relación entre ellas, denunciaron al director y profesor de teatro Guillermo Castrillón por abuso sexual. Sin embargo, el fiscal Marcos Guzmán Baca, a cargo de este caso ocurrido en Perú, consideró que no hay motivo para abrir una investigación penal porque las víctimas no están «traumadas».
Éste es el primer caso de denuncia colectiva que se conoce en Perú. Sin embargo, podría echarse a perder si el ministerio público no avanza. Estas mujeres no denunciaron los ataques inmediatamente, y como no se observaron los debidos daños emocionales o físicos que Castrillón ocasionó, la justicia no quiere avanzar en su contra.
El relato de las víctimas señala que, durante años, Castrillón usaba «técnicas» en sus clases que incluían desnudar a las actrices, manosearlas o introducir su pene entre las nalgas, o sus dedos en sus vaginas. Además, acusan que penetró a una mujer que se quedó inconsciente en su casa durante una fiesta. También, de acuerdo con la denuncia, se metió en el cuarto de una compañera de piso para masturbarse junto a su cama.
La justicia rechazó las denuncias
La agencia de noticias EFE difundió la resolución fiscal de Perú sobre este tema. Según el texto, nada de lo que se denunció constituiría un delito porque las víctimas, todas adultas cuando sucedieron los abusos, no muestran una «afectación» emocional «compatible» con lo que denuncian. Además señala: «En los casos en los que sí hay afectación, la pericia no puede probar que sean explícitamente a causa de una violación sexual».
Que algunas no expresaran su negativa en el momento de los hechos, que no le reprocharan inmediatamente sus actos o que mantuvieran un trato «cordial» con el supuesto agresor implica también, según la tesis del fiscal, que o bien dieron su «consentimiento» o que no tuvieron «un comportamiento razonable» como víctimas de abuso sexual.
Y para desestimar aún más la denuncia, al fiscal no le importa que se hayan acumulado 16 denuncias contra Castrillón. Tampoco parecería ser de importancia que en todos los relatos se repitan los mismos patrones de abuso.
Qué dicen las víctimas
Daniela Rotalde, una de las víctimas, dio una entrevista a EFE en la que afirmó: «Hacer una denuncia es ya un tránsito duro que la mayoría de las mujeres prefiere no dar porque la sociedad nos va a juzgar desde un inicio. ‘¿Por qué no denunciaste?’. Esto da un mensaje de que el sistema no está dispuesto a investigar los casos».
«El de la justicia es un mensaje triste. Hay avances en legislación, en la sociedad, para ver cómo se entiende un caso de abuso, los factores que están allí que determinan que una sea víctima. Pero aquí el Ministerio Público no parece aprender. Se nos quita el derecho a una investigación y se sentencia antes incluso de valorar evidencias», afirmó Rotalde.
«Invalida testimonios porque no cuadran con el estereotipo de víctima, que tiene que estar traumada. O, porque vivimos con ‘normalidad’, sugiere que nos sometimos voluntariamente. Incluso en el caso en que hubo una violación a una mujer sin capacidad de resistencia. Que estuviéramos allí, ya nos puso en una vulnerabilidad deseada, parece decir».
A pesar de que Rotalde y las otras víctimas han aparecido en distintos medios, la fiscalía no cambió de opinión. Sin embargo, la ministra de la Mujer de Perú, Rosario Sasieta, confirmó a EFE que su ministerio, que representa a las denunciantes, ya impugnó la decisión con la esperanza de que se revierta la decisión y el caso pueda convertirse en una denuncia penal.