Nigerianos salieron a las calles de Lagos para protestar contra asesinatos y torturas cometidos por el disuelto grupo SARS, pero las manifestaciones han sido reprimidas
Nigeria vivió otra jornada de tensión por la represión de protestas masivas contra la brutalidad policial. Aún no hay datos concretos sobre las víctimas fatales, pero se teme que hubo decenas de muertos este martes por la noche, lo que ha recibido una amplia condena de líderes internacionales.
Actualmente, Nigeria tiene restricciones en la circulación, pero no necesariamente por la pandemia. El gobierno impuso esto luego de que el lunes pasado se viviera otra jornada de protestas masivas de #EndSARS (“Acabar con SARS”). Se trata de un movimiento que reclama medidas para frenar arrestos arbitrarios, torturas y asesinatos de la recientemente disuelta Unidad Especial Antirrobo (SARS, por sus siglas en inglés) de la policía nigeriana.
Todavía no se publicó información oficial para saber qué tan fuerte y violenta fue la represión de las fuerzas policiales de Nigeria. El gobernador del estado de Lagos, Babajide Sanwo-Olu, admitió hoy que se registraron al menos 21 heridos, de los que uno falleció en un hospital, si bien indicó que no tiene constancia de más fallecimientos.
Amnistía Internacional confirmó que al menos 12 personas fallecieron en manos de la policía y el ejército.
«Para mayor claridad, es imperativo explicar que ningún gobernador controla las reglas de enfrentamiento de los militares. No obstante, he ordenado una investigación sobre las reglas de enfrentamiento adoptadas por hombres del ejército nigeriano». Esto dijo el gobernado Sanwo-Olu en declaraciones publicadas por la Agencia EFE.

Imagen de una de las protestas en Nigeria. EFE.
Condena internacional a la brutalidad policial en Nigeria
Aunque la información oficial es poco precisa, distintos organismos internacionales publicaron informes preliminares e instaron al gobierno nigeriano de ponerle fin a la brutalidad policial. En dichos documento se denuncian más números de fallecidos.
«Amnistía Internacional ha recibido pruebas creíbles pero alarmantes de que el uso excesivo de la fuerza provocó la muerte de manifestantes en el peaje de Lekki en Lagos», afirmó la organización pro derechos humanos en su cuenta de la red social Twitter.
Amnesty International has received credible but disturbing evidence of excessive use of force occasioning deaths of protesters at Lekki toll gate in Lagos. #EndSARS #Lekki #Nigeria
— Amnesty International Nigeria (@AmnestyNigeria) October 20, 2020
«Abrir fuego contra manifestantes pacíficos es una flagrante violación del derecho a la vida de las personas. También contra su dignidad, la libertad de expresión y de reunión pacífica», denunció Osai Ojigho, directora de Amnistía en Nigeria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también condenó lo que ocurre en Nigeria. En declaraciones que su portavoz dio a la Agencia EFE, Guterres condenó «la escalada violenta en Lagos, que provocó múltiples muertes y causó muchos heridos». Además, pidió a las autoridades «que investiguen estos incidentes y responsabilicen a los perpetradores», e instó a las fuerzas de seguridad a actuar con la «máxima moderación».
A estos reclamos también se sumaron los de el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, y de Hilary Clinton, desde Estados Unidos. La excandidata del partido demócrata difundió un mensaje en su cuenta de Twitter en la que pidió que se termine la represión contra los manifestantes que reclaman el fin de la brutalidad policial en Nigeria.

Imagen de una de las protestas en Nigeria. EFE.
El mismo pedido en distintas partes del mundo
Los reclamos contra la brutalidad policial no suceden únicamente en Nigeria. Hace unas semanas hubo protestas así en Colombia, luego de que un soldado asesinó a una mujer trans de 38 años. Este crimen sucedió poco tiempo después de la muerte de un abogado a manos de la policía.
Las imágenes del momento en el que dos policías someten al abogado colombiano inundaron las redes sociales. En el video, los agentes se le arrodillan encima de él. Durante más de dos minutos, varias personas los graban mientras Ordóñez, descamisado, dice: “Ya, por favor, no más”. Este caso y el de la mujer trans desataron una serie de manifestaciones violentas en todo el país.
Meses antes algo similar ocurrió en Estados Unidos, con el caso de George Floyd. En ese entonces, un policía blanco asfixió con su rodilla hasta la muerte a una persona negra. Desde entonces, diversas manifestaciones ocurrieron en este país, bajo la consigna #BlackLivesMatter.