El documental aborda de forma estremecedora la violencia de género y cuenta la historia de testimonios sobrevivientes y familiares de víctimas
“Hay que pensar antes de abrir las piernas”, dijo Leopoldo de Lara. “Y de dejarse embarazar”, añadió Héctor Alonso Granados. Ambos son políticos mexicanos.
“Hay mujeres que sólo han sentido un orgasmo cuando han sido violadas”, afirmó en la radio Marcelino Perelló, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México —la segunda mejor de Latinoamérica—. “Un toque de queda para que las mujeres no salgan después de las 10 de la noche”, propuso la diputada Ana Miriam Ferráez.
La lista de comentarios misóginos es infinita. En México, donde cada día son asesinadas alrededor de 9 mujeres según la ONU, y donde 7 de cada 10 han sufrido algún tipo de violencia de género, debería ser prioritario actuar contra la violación de los derechos humanos de este colectivo. Sin embargo, existe una profunda fragmentación en las estructuras sociales, políticas, religiosas y educativas que impide garantizar los derechos fundamentales de la mujer.
Nosotras: un relato estremecedor de la violencia de género
Estas cifras llamaron la atención de El Día Después, una asociación civil que visibiliza problemáticas sociales para que entidades y ciudadanos se movilicen por un México mejor. Como parte de su campaña “Feminicidios en México”, la asociación lanzó recientemente un cortometraje en el Festival de Cine de Morelia bajo el nombre Nosotras, que aborda de forma estremecedora la violencia contra las mujeres y cuenta la historia de testimonios sobrevivientes y familiares de víctimas de feminicidio.
“Hay que seguir hablando de un tema que es una pandemia en este país”. Este es el cometido que tiene el documental, contó a PlayGround la directora de la obra, Natalia Beristain. “Quiero que pueda llegar a la mayor cantidad de gente posible porque hay muchísimos que desconocen la información, y hay muchas mujeres allá afuera que están pasando por una situación de violencia y no lo saben. Es un documental para ellas y para el impacto global. Esto está jodido por todos lados”.
El corto ha sido producido por Gabriela Loaria y el actor Diego Luna, y cuenta con animaciones de Eréndira Dérbez, una reconocida ilustradora en la comunidad feminista, cuya misión es hacer llegar el mensaje de lucha por las mujeres de una forma más amena.
‘Para las autoridades legales, son carpetas; no son feminicidios’
“Señora, ¿qué me trae usted de nuevo?”. El documental también relata la inoperancia frente a la cual muchas familias se encuentran cuando acuden a las autoridades y preguntan sobre la investigación de un crimen.
Quienes tienen la potestad legal para investigar, a menudo se quedan al margen y son las familias quienes hacen la búsqueda de sus hijas, nietas, hermanas, sobrinas, madres…
Cuando le pregunto a Natalia por esta falta de implicación, responde: “no podemos no hablar de corrupción; no podemos no hablar de agentes que están vinculados con la trata de blancas. También las instituciones están rebasadas, y ha faltado una visión a largo plazo de cómo tratar un problema como la violencia de género”.
Por su lado, Arcilia, cuya hermana fue asesinada por un compañero de trabajo y quien también aparece en el documental, añade en entrevista: “para ellos son carpetas, no son feminicidios. Consideran a una o dos, las más emblemáticas, y las demás las van dejando de ladito”.
El mapa de México: un cementerio de cruces femeninas
El mapa de México es un cementerio de cruces femeninas. Un reflejo de “una sociedad en claro estado de descomposición, que permite que las mujeres sean desaparecidas y asesinadas”, afirma una de las protagonistas en Nosotras. Un país de madres sin hijas, de hijas sin madres, sin hermanas.
Sobre la posible evolución positiva que haya podido protagonizar el país, Natalia comenta: “creo que sí hay una movilización, y para mí es nuevo y muy emocionante. Que exista la tipificación del feminicidio o que haya alertas de género es un camino andado que hay que seguir abonando. Pero, por otro lado, estamos ante unas cifras de asesinadas como nunca antes, y eso se vuelve contradictorio. Pero creo que es importante decir: ‘sí podemos hacer algo’”.
Pasaron unas cuantas horas entre el momento en que PlayGround entrevistó a Natalia y Arcilia y la hora de publicación de este artículo. Probablemente, ese breve lapso bastó para sumar cruces sobre más familias y más víctimas. Porque así es México en 2019.
