Frente a una pandemia, qué debe privilegiarse: ¿el derecho colectivo a la salud o la libertad individual?
Con más de 46 millones de casos de Covid-19 en el mundo, países como Brasil viven una polémica sobre si la aplicación de una vacuna contra el nuevo coronavirus debería ser obligatoria.
En febrero de este año, cuando aún teníamos la esperanza de que 2020 no fuera devastado por la pandemia, en Brasil se promulgó la ley 13979, que establece algunas posibilidades para hacer frente a las emergencias de salud pública, entre ellas, la vacunación obligatoria.
Pero el presidente Jair Bolsonaro polemiza ahora el asunto diciendo que «nadie puede ser obligado a vacunarse».
Esto no es preciso. El estatuto de la niñez y la adolescencia es explícito sobre la vacunación obligatoria de menores, tal y como recomiendan autoridades sanitarias.
La vacunación colectiva ha sido fundamental para la inmunización de la población y para la erradicación de varias enfermedades graves, como la poliomielitis, por ejemplo.
El debate llega a la corte
Además, parte de la población no está de acuerdo con la visión de Bolsonaro. Una encuesta realizada por el Instituto Datafolha en las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Recife, con 3 mil 592 personas, mostró que 70% de los encuestados piensa que la inmunización contra Covid-19 debería ser obligatoria, y el 75% de ellos pretende vacunarse tan pronto como las dosis estén disponibles.
De hecho, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, insiste en tornarla obligatoria para toda la población de su estado, la región más golpeada por el virus.
Y el magistrado Ricardo Lewandowski llevó al plenario del supremo tribunal federal, la corte máxima del país, el debate judicial de tres procesos sobre la obligatoriedad o no de la vacuna. El presidente del supremo, Luis Fux, ya ha señalado que el derecho colectivo a la salud está por encima de libertades individuales.
Para Bolsonaro, sin embargo, este tema no es una cuestión de justicia sino de salud, y ha ironizado diciendo que aquí, sólo su perro está obligado a vacunarse.
– Boa noite a todos.
– Vacina obrigatória só aqui no Faísca. pic.twitter.com/GSnqIapxJe— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) October 24, 2020
“Mi ministro de Salud ya ha dicho claramente que esta vacuna no será obligatoria, punto”, dijo Bolsonaro hace una semana ante un grupo de seguidores a las puertas del Palacio de Alvorada.
¿Qué dice la ley en Brasil?
Las leyes brasileñas, entre ellas la Constitución, contemplan imponer de manera obligatoria el uso de las vacunas. Además, en algunos casos establecen que se usen como manera preventiva en situaciones de “emergencia de salud pública”.
Al menos siete de los once miembros del tribunal supremo de Brasil estarían de acuerdo en imponer a la población la vacuna del nuevo coronavirus, según revelaciones de medios locales. Al tener mayoría —y respaldo legal— podría realizarse una vacunación obligatoria una vez que se terminen los ensayos médicos que se están realizando en Brasil.
Esta pelea legal se da en medio de un acuerdo con Sinovac, empresa china que actualmente selló un contrato con el Instituto Butantan de San Pablo para desarrollar y fabricar más dosis. El propio ministro Pazuello dijo que Brasil no va a adquirir la vacuna china por desconfianza.
Paradójicamente, Bolsonaro lo desmintió, pero aprovechó para criticar a China. “Ese país, lamentablemente, tiene mucho descrédito por parte de la población, sobre todo porque, como muchos dicen, este virus habría nacido allí”, dijo Bolsonaro».
La pandemia causa estragos en el país de Bolsonaro
Brasil sigue sumando miles de nuevos positivos diarios y centenares de muertes, aunque a mayor ritmo en el último mes.
Según el ministerio de Salud, son 5 millones 409 mil 854 casos acumulados y 15 mil 726 diagnosticados en las últimas 24 horas.
La cifra de fallecidos asciende a los 157 mil 397, después de las 263 muertes del último día. En Sao Paulo, que es la región con mayor incidencia de la pandemia, con casi 1.03 millones de casos y 38 mil 753 decesos. Los pacientes recuperados ascienden a los 4 millones 865 mil 930.
El gobierno de Bolsonaro representa intereses de sectores religiosos y antivacunas. De hecho, desde que empezó la pandemia, el mandatario llegó a proponer curas que ya han sido descartadas por autoridades médicas, como la cloroquina. Éste es un fármaco utilizado para combatir la malaria, pero no hay evidencia científica que respalde su uso para tratar la infección del nuevo coronavirus.
Portada: EFE.