Recuerdo cuando me pasaba el día cabreado, poniendo excusas para evitar quedar con la gente y quejándome todo.
Ahora me doy cuenta: esos eran los buenos tiempos.
Hay una tendencia estúpida a decir que vamos a salir de esta crisis siendo más solidarios. Que habremos aprendido algo de humanidad. Creo que es un mecanismo psicológico inconsciente para justificar el mal. Como si lo más terrorífico de un desastre no fueran sus consecuencias sino su banalidad. ¡Toda esta desgracia tiene que servir para algo! Si no, ¿cuál es el sentido?
Ninguno. Nada tiene sentido.
Nadie sale de una crisis siendo mejor persona. No me imagino a los judíos en Treblinka diciéndose: “Eh, chicos, mirémoslo por el lado positivo: de aquí saldremos siendo mejores personas”.
Tal vez estemos siendo más solidarios durante la crisis. Se han tejido redes de apoyo
vecinal. Gente que ofrece sus habilidades, sus posesiones o su tiempo a desconocidos
para ayudarlos a salir del paso. Eso es precioso. Espero equivocarme pero creo que la recuperación de la normalidad va a conllevar también una progresiva desescalada moral. ¿Continuaremos comprando en grandes superficies, ignorando los recortes en Sanidad o aceptando trabajos lavando la imagen de empresas cool que hacen ERTEs a sus trabajadores por esa manía nuestra de comer tres veces al día? ¿Acaso la base de este sistema no es que seamos todos unos arrastrados?
Durante este tiempo me ha pasado una cosa extraña: tengo ganas de ver a mi familia. También tengo ganas de ver a gente que creía que no significaban mucho para mí, pero lo cierto es que deben significar algo. Estoy harto. A veces me pregunto cuándo podré volver a ser la rata egoísta de siempre. Cuándo podré volver a ser el trozo de mierda que pone excusas inadmisibles para poder quedarse en casa un sábado por la noche fumando marihuana, comiendo pizza precongelada con extra de mozzarella y viendo un especial de Richard Pryor. Simplemente dejándome caer en una espiral de desidia, autocompasión y helado de Stracciatella.
Tal vez ese día no llegue nunca. Sería mejor persona.