Entrevistamos a una persona que padece Dermatitis Atópica para que nos cuente, desde su experiencia, de qué trata esta condición que afecta a más de cuatro millones de mexicanos, cómo se controla y de qué forma podemos hacer conciencia, aprovechando que el 27 de noviembre fue el Día Mundial de la Dermatitis Atópica.
Encontrar a una persona que sufre de Dermatitis Atópica no fue complicado. Por el contrario, una vez que surgió la idea de entrevistar a alguien que sufre de esta condición, rápidamente, los nombres comenzaron a brotar.
Así, dimos con Jorge. Un hombre de 30 años que padece Dermatitis Atópica y que ha aprendido a vivir con esta condición de la mejor manera. Spoiler Alert: no es tan difícil y, como veremos más adelante, a pesar de ser una enfermedad crónica, la Dermatitis Atópica es controlable.
Jorge, ¿qué es la Dermatitis Atópica?
Jorge: La Dermatitis Atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se manifiesta como resequedad “permanente” en la piel y que puede dispararse o agudizarse a partir de episodios fuertes de estrés emocional, ansiedad u otros factores como el clima, la contaminación y lo que comes. Para un millennial que todo el tiempo malabarea chamba, freelance, pareja, amigos y pandemia puede llegar a ser difícil, pero, a la vez, controlable.
¿Desde cuándo tienes Dermatitis Atópica?
Jorge: Desde niño. Creo que tenía como 6 u 8 años. Comenzó a manifestarse –y es, hasta la fecha, donde más me afecta– en la cara, alrededor de los párpados, detrás de las orejas y en los labios. Era el niño que siempre traía su botellita de crema porque todo el tiempo se le resecaba la cara o las manos, y eso que vivía en un lugar súper húmedo como Acapulco. Y… bueno, como cualquier cosa que es diferente a los demás, mi Dermatitis Atópica fue motivo de bullying.
¿Qué es lo que empeora esta condición?
Jorge: Empeora durante épocas de frío, ante el estrés, la ansiedad, cuando uso ropa de poliéster o al usar ciertos suavizantes de tela para lavar la ropa. También cuando tengo un descontrol asmático o de mi rinitis alérgica. (NOTA: la Dermatitis Atópica es una inflamación Tipo II que se asocia con el asma, rinitis y alergias alimentarias; a esto se le conoce como “comorbilidad”)
¿En qué ha afectado en tu vida?
Jorge: En periodos de estrés emocional, la resequedad y comezón han llegado a ser casi incontrolables. Además, las lesiones que genera en las manos me provocan cierta inseguridad cuando las ven otras personas.
¿Cómo es tu vida con Dermatitis Atópica?
Jorge: Es una enfermedad silenciosa, inclusive solitaria. Sin embargo, me ha hecho crecer personalmente ya que sus manifestaciones dependen de varios factores, muchos de ellos externos a mí. Por lo tanto, puedo decir que con un buen tratamiento médico, conciencia y esfuerzo, mi Dermatitis Atópica ha sido perfectamente controlada.
¿Cómo la has controlado?
Jorge: Bueno, además de lo que ya dije, aprendí a identificar los factores que desencadenan el cuadro de atopia; evito, también, usar ropa de poliéster, realizo baños cortos con agua tibia, uso jabones dermatológicos y estoy bajo el cuidado y supervisión constante de mi dermatólogo.
¿Qué consejo le das a alguien que tiene Dermatitis Atópica?
Jorge: Pues, lo más importante, es que hables de tu enfermedad; que no te de pena. Obvio, también, conseguir un dermatólogo de cabecera que te ayude a controlar tu Dermatitis Atópica, que la monitoree constantemente y sepa qué hacer durante episodios agudos. Aunque suene difícil, intentar bajarle a la ansiedad y al estrés, y cuidar tu alimentación y hábitos. En fin, hay muchas cosas que uno puede hacer para controlar la Dermatitis Atópica y vivir la vida que uno quiere.
Conoce más sobre la Dermatitis Atópica, aquí: https://www.facebook.com/102886746417877/posts/4026900690683110